Piscina en Santa Cruz de los Cáñamos

Ciudad Real

Ciudad Real

España

La piscina se sitúa en una pequeña localidad manchega situada en el entorno de los campos de Montiel de Ciudad Real, dentro de un entorno caótico de edificaciones de aspecto provisional o inacabado, y adyacente a una calle de nueva apertura sin urbanizar, en el lado norte. Hacia el lado sur el solar queda orientado a un monte con la vegetación propia del entorno manchega. Nace así la voluntad de orientar el edifico hacia la naturaleza, y de logar la continuidad visual e incluso física del manto verde que cubre el monte hasta los márgenes de la propia piscina. EL edificio se propone situar al bañista en un marco similar a los parajes de los baños naturales existentes en el medio manchego, dejando atrás la visión del castigado tejido urbano. El edificio se construye enteramente en hormigón visto. Aloja los vestuarios bajo un porche que pone de manifiesto desde su interior la continuidad del material a través de suelo, muro y cubierta. Trabajar con la idea del porche nos parecía apropiado para una arquitectura vinculada con la cultura veraniega del baño, donde uno busca la reconfortante umbría tras una continuada exposición solar. En el interior de una envolvente continua de hormigón tiene lugar una arquitectura de plan, claroscuros y sensaciones basadas en el cambio térmico. El acceso a la piscina se realiza a través de un zaguán profundo, muy presente en la arquitectura popular. Tras él, se descubre una galería que nos llevará hacia los vestuarios y el bar, siempre acompañados por un plano de redondos de acero. Esta celosía tamiza las salidas a la playa de la piscina, vela la percepción inmediata aportando un primer grado de privacidad, y soporta la losa de hormigón de la cubierta. Su carácter orgánico lo sitúa en diálogo con la naturaleza

Javier Benalte Patón y José Luis León Rubio

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