25 viviendas de autoconstrucción en el poblado de Doña Blanca

Poblado de Doña Blanca. El Puerto de Santa María

Cadiz

España

La construcción de este poblado se incluyó en el conjunto de obras realizadas para la explotación agrícola de las marismas del Guadalete en los años sesenta por parte del Instituto Nacional de Colonización. AI Norte, la Sierra de San Cristóbal, el Mirador de la Bahia de Cádiz, domina en la lejanía, y desde su falda la marisma y el poblado ofrecen una imagen de gran belleza plástica. Al Sur, Este y Oeste, la desecada Vega del Guadalete ofrece en su dominio de la horizontalidad el único referente válido del territorio. Referente abstracto. EI trazado del poblado, regular e isótropo, se hace eco de esta posición. La imagen de sus calles responde a una manera habitual en este tipo de asentamientos, en su época mas tardía, incorporando regularizados motivos de la arquitectura tradicional en un conjunto racional. Las intervenciones más cercanas en el tiempo y en la distancia al solar, huyen de esta imagen en busca del verdadero folclorismo. Las parcelas vacantes, situadas en el extremo Sur del poblado, lo limitan en su frente a la dura marisma, conformando el borde urbano al Parque Natural. En ellas se trataba de construir un conjunto de veinticinco viviendas en régimen de Autoconstrucción, un programa basado en la confianza en los subvencionados para ejecutar, con escasos conocimientos pero mucho tiempo disponible y una ilusión desbordante. Se trata de viviendas mínimas, con una superficie útil de setenta metros cuadrados, resueltas con una tipología de vivienda aislada en dos plantas. El sólido capaz de un preciso cubo de Z80 por Z80 acoge este programa mínimo. La reiteración de esta figura precisa y contundente pretende provocar una imagen abstracta a la horizontalidad de la marisma, como remate a la ortogonal trama del poblado.

Ramón Pico Valimaña y F. Javier López Rivera

José A. López Gutiérrez y José Mª Corbalán

Fernando Alda