Escuela Infantil en el Colegio Vizcaya

Sondika

Bizkaia

España

Un espacio estimulante para personajes que miran desde ochenta y cinco centímetros de altura y con un radio de acción táctil de un metro quince. Un lugar con materiales, puertas y objetos creados para esa estatura pequeña, a medio Camino entre el calor del hogar familiar y el frio de la sociedad exterior. AI Este las aulas configuran la zona donde los niños Se "asoman" al exterior a través de una gran piel de vidrio y están separadas entre si por diafragmas acristalados que permiten transformar el espacio interior en función de las necesidades. Entre las aulas, Compartiendo la visión del exterior, se localizan los aseos con la intención de que todos los espacios compartan el privilegio de la contemplación del entorno. Los accesos a los aseos desde las aulas construyen una segunda circulación interna que discurre deslizándose paralelamente a la fachada Este. Dichos aseos marcan la entrada de los niños desde la zona de juegos a través de diminutas puertas para recordarles que la dimensión del espacio donde entran no es otra que la suya. Al Oeste, un lugar para ‛‛esConderse'‛ v sentir el afuera sin ser visto, un lugar independizable del resto mediante un diafragma Único, que absorbe actividades psicomotrices y de descanso. Un muro continuo de vidrio estructural translucido actúa de separador con el exterior, y una puerta corredera de altura infantil permite la salida a los niños. En la cubierta se traduce la planta del programa en un relieve multifacético, insinuación de la geografía circundante. De esta manera cada espacio dispone de un cielo propio que Io particulariza y hace reconocible al interior.

Eduardo Arroyo

Pedro Paz y Skorpio Electricidad

César San Millán