Finalista
Arquitectura
Nombre de la propuesta
Teatro Valle-Inclán
Emplazamiento
Madrid
Madrid
España
Resumen:
Teatro de 510 plazas. Escenario de 13,5 m de boca X 16 m X 21 m. Sala de Ensayos. Sala de polivalente. Centro dramático y cultural Comunicado con el Teatro. Áreas escénicas y administrativas. El nuevo Teatro alberga el valioso Contenido Cultural de la antigua Sala Olimpia, escenario de grupos de vanguardia y teatro alternativo, demolida por deficiencias estructurales y técnicas. LOS necesarios volúmenes y alturas de la sala yde Ia torre del escenario se adosan a las medianeras de importante presencia, para reconstruir volumétricamente la manzana. Desde estas medianeras, los volúmenes de las distintas piezas que componen el edificio se adaptan a la difícil geometría triangular del solar. Se mantienen las alineaciones y alturas con las calles perimetrales y en su vértice, el edificio se fragmenta en tres frentes acristalados, miradores hacia el barrio, a través de los cuales la ciudad mira también hacia el interior del Teatro. Dos frentes acristalados de la fachada construyen una esquina―mirador hacia la Plaza de Lavapiés. En el tercer frente se sitúa la cartelera del Teatro sobre una estructura de tejido metálico. El edificio ocupa la manzana, de fuerte geometría triangular, situada entre las calles de Valencia y Argumosa. Esta manzana, de gran presencia urbana, enfrentada en su vértice con la Plaza de Lavapiés, es completada en altura con la nueva edificación que consolida el espacio urbano. Este espacio abierto frente a la entrada al Teatro, permeable a la Plaza, abierto visualmente a la empinada ladera de la Calle de Lavapiés, es antesala del edificio y prolongación natural de la Plaza. El Teatro Olimpia supone no solo la construcción de un nuevo espacio escénico para Madrid sino también la construcción de un escenario urbano para Lavapiés.
Autor/autores
Ángela García Paredes e Ignacio García Pedrosa
Colaboradores
Silvia Colmenares, Manuel García de Paredes y Luis Calvo
Fecha de fin de obra:
- 2005
Fotógrafo
Luís Asín y Roland Halbe