Biblioteca del Estado

Murcia

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España

Una Biblioteca, por su uso y por su contenido, es por excelencia uno de los paradigmas donde reconocer las evoluciones y transformaciones de los cambios cultura- les. Y aquella arquitectura que la represente debe asumir, e incluso evidenciar, todas estas realidades si quiere algo más que una Simple experiencia estética. El proyecto es la repetición de tres plataformas de 36 X 83 separadas por cinco metros de alto. Sobre cada una de ellas se extendió lo esencial del programa: la planta baja como un lugar de intercambio de información; la primera, destinada Simultáneamente y sin diferencias de uso, a sala de lectura, fonoteca y videoteca, y la tercera, destinada a contener la Biblioteca Regional. La arquitectura de cada planta no buscaba formalizar- se en ninguna definición previa, garantizando así la versatilidad de Su uso: se trataba de proporcionar a aquél programa de cada planta una ley, una cierta forma de orden que permitiese hablar de actividades sin necesidad de asociarlas a recintos y que permitiese hablar de usos Sin necesidad de que sus diferencias implicasen compartimentaciones. Hasta aquí, las condiciones culturales, los datos culturales sobre los que se desarrolló el proyecto, y que son los que hacen que un proyecto pueda Ser una obra de referencia, y Se convierta por su "objetividad", por su generalidad, en una experiencia real. El resto, la arquitectura del proyecto, la luz, las formas del espacio o las figuras que lo representan es algo que siendo capital, y Siendo aquello que realmente distingue lo que es de lo que no es arquitectura.

José María Torres-Nadal

Enric Serra Grau, Julio Martínez Torreblanca, Eugenia Rodríguez, Xavier Rovira, Aníbal Torregrosa y Luis Fernando Perona

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