Edificio de Viviendas en Carabanchel

Carabanchel

Madrid

España

Cuando el proyecto fue redactado, el sector no estaba urbanizado siquiera parcialmente. Esta situación determinó posiblemente el hecho de entender el conj unto como algo capaz de ostentar un cierto Carácter autónomo, adoptando una baja altura (tres plantas) y por tanto una elevada Ocupación en planta. Estas fueron decisiones compartidas por los distintos equipos de arquitectos a los que se encargó cada una de las tres partes en que Se dividió el Conjunto. Este carácter autónomo fue llevado en nuestro caso tan lejos como nos fue posible. Tapias y verjas definen el perímetro, delimitando claramente público y privado y permitiendo entender ya las edificaciones como situadas en un interior. Nos parecía además una manera adecuada de actuar en áreas periféricas, entendiendo que la privatización del Suelo supone una garantía de mantenimiento y conservación amén de una mejora de la calidad residencial, especialmente de las viviendas situadas en planta baja. Junto a esta situación de interior a que hemos aludido, la baja altura convertía el proyecto del pequeño bloque en un problema singular, alejado de consideraciones de índole más general o tipológica. La pequeña dimensión y la baja altura, junto a la exigencia de combinar distintos programas de vivienda (2-3-4 dormitorios), sugería una manera de actuar más próxima -digámoslo así- al divertimento que a Soluciones con mayores pretensiones canónicas o tipológicas, complaciéndonos además en el papel de arquitectura menor que, a nuestro entender, se corresponde con la residencia. Estaba en nuestra intención, por tanto, sustituirla precisión y la dureza que la situación periférica podría sugerir por una arquitectura más amable y más atenta a una diferente idea de confort y bienestar. Intentamos conseguir una cierta dilución de los límites del bloque, otorgando a la vez mayor atención a la apariencia que a la estructura interna o, dicho de otra manera, concentrando el esfuerzo en aquellos procesos o mecanismos a través de los cuales se pasa del terreno de las ideas al de la realidad física.

Antonio Cruz Villalón y Antonio Ortíz García

Carlos Ruiz de la Escalera

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