El proyecto se desarrolla en un lote esquinero y amurallado, al centro-norte de la ciudad de Quito, en donde encontramos una casa de estilo moderno construida en los 80`s. 

 

 

La nueva propuesta de uso fue un  Bar Restaurante abierto durante el día y la noche, el mismo que cumpla las funciones de restaurante ejecutivo por la mañana y atienda a las necesidades del sector con un componente de ambiente urbano y cultural por las noches.

 

La base del diseño fue minimizar la intervención, reutilizar lo existente y optimizar recursos. Gran parte de los elementos que se   extrajeron  de la casa en el proceso de demolición volvieron a ella para configurar el nuevo espacio.

 

La búsqueda de gestión de recursos propició a su vez una colaboración en la que se involucró una nueva disciplina, el arte urbano. Se realizó un taller de grafitis el cual permitió realizar un nexo entre el aprendizaje y la propuesta arquitectónica. Los paneles realizados en el taller se ubicaron de manera aleatoria en el lugar dando como resultado una composición desfragmentada de donde surgirá la marca y logo de GLITCH.