Ayuntamiento , Clínica y Centro de Reuniones

Madarcos.

Madrid

España

Madarcos entendido como una sucesión de pequeñas plazas y recorridos. Crear un eje que articule el pueblo separando el programa en dos edificios: Sala de Reuniones, de uso esporádico, lúdico y cultural; y el Ayuntamiento-Clínica, de uso permanente. Recuperar la tradición constructiva de los pueblos de la Sierra Norte de Madrid a través del material y la tipología. La dualidad de los edificios: el Ayuntamiento Clínica de espacio horizontal, de rotunda continuidad entre el interior y el exterior, con el pavimento de granito saliendo al patio para formar con los despachos interiores un único espacio. Como contraposición al Ayuntamiento, la sala de reuniones, el espacio de la luz vertical. La sala adaptando su sección a la topografía del terreno, geometría contrastada con la horizontalidad de la cubrición. La luz y la estructura relacionadas según el mismo módulo. La “magia” de la luz, luz reflejada que hace “levitar” la cubierta. Este mismo modo de luz indirecta se consigue con la iluminación nocturna artificial. El muro de piedra, conformador del volumen, aumentará su espesor en una de las fachadas hasta contener los espacios servidores y el muro blanco, objeto en el vacío de la Sala, ocultará las puertas de dichos espacios. El muro del fondo de la Sala será el único que, siendo de piedra, penetre como tal en el interior y frente a éste, en el lado opuesto de la Sala, estará la gran puerta de guillotina de acero, lo que permitirá que cuando ésta se encuentre abierta, la Sala se incorpora a la plaza de la iglesia para convertirse en el mismo espacio. Se ha creado una pequeña y nueva plaza entre ambos edificios, donde se sitúan las puertas del Ayuntamiento y las de la sala de reuniones. Y la “grieta”, el casi “tocarse” de los volúmenes, deja resbalar el silbido del viento para enmarcar el paisaje lejano.

Emilio Pemjean Muñoz, Carmen Martínez Arroyo, Rodrigo Pemjean Muñoz

Javier Méndez, Armando Valenzuela y María Ángeles Alfonso

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