ACCIONES AL MARGEN
Mouraria 53
Emplazamiento:Brasil
Fecha de realización:08-12-2017
Enlace:@mouraria53
DATOS DEL EQUIPO
Autor/es:Pedro Alban, Rodrigo Sena
Promotor/es, cliente/es: Cláudio Alban, Naia Alban e Marcus Alban
Colaboradores: Alan dos Anjos, Dário Sales, Fernando Gomes, Filipe Duarte, Iago Lobo
Créditos fotográficos: Alan dos Anjos, Fernando Gomes e Manuel Sá
ARCHIVOS
Panel de la propuesta: Descarga el panel (pdf)
Vídeo:
MEMORIA
Se hace un trueque: propietarios prestan la ruina a un colectivo por cuatro años con la promesa de recibir, en su lugar, una casa. También invierten $10.000 en el experimento (valor más que insuficiente, si se compara con los costos de una construcción formal). 'Casa' para los dueños, es la suma de espacios genéricos para alquilar. ‘Casa’ para el equipo, refleja sueños infinitamente específicos, un hogar. Se realizan dos proyectos simultáneamente: 'Para Vivir' y 'Para Rentar'. La construcción ocurre colectivamente. Los 'Trabajadores' son motivados con posibles intercambios con la ruina: músicos que encuentran en ella un espacio para conciertos, psicólogos que ven una clínica, sociólogos, una comunidad para investigar, profesores que imaginan una posible escuela de construcción... La intención modifica el programa y el proyecto; el uso construye el espacio, literalmente. La casa experimenta con la densidad, el caos y el acuerdo entre diferentes partes. Lo que se vive durante los primeros años es —objetivamente— una ruina. El 'hábito' aporta esperanza dentro de la improbable realidad económica (tanto para los propietarios, como para el equipo). A través de fiestas, clases, almuerzos y conciertos, además de construcciones, nuestra percepción de la casa cambia: ruina física, palacio subjetivo. Una red de materiales se articula a través de las redes sociales. Partes de la ruina también son deconstruidas. Lo que se reúne entra en el proyecto; el proceso es paranoico: "todo lo que tenemos" es "todo lo que necesitamos". Puerta es piso, piso es ventana, la ventana es pared, pared es piso…La obra se convierte en un atlas de lo que la ciudad desecha. El poco dinero disponible se invierte en maestros. Trabajadores tradicionales pasan a ser profesores para el colectivo. Construcción es aprendizaje. El proyecto es pensado para una mano de obra incapaz (nosotros). Todo debe ser simple. Por su disponibilidad, fácil adaptación y capacidad de registrar memorias anteriores, la madera se vuelve central en el experimento. Dado que lo nuevo se hace de lo antiguo, los límites entre 'preexistencia' y 'intervención' se disuelven por la casa.
¿PARA QUIÉN?
La arquitectura resultante no es la ejecución fiel de un proyecto, sino más bien un palimpsesto de diseños, materiales, conversaciones, fracasos, futuros y 'futuros de pasados' que nunca llegarán a ser. La casa está construida como un juego de ajedrez: cada acto es la interpretación del momento inmediatamente anterior; nuevas construcciones sugieren nuevos habitantes, nuevos habitantes permiten diferentes usos, diferentes usos sugieren nuevas construcciones.
¿POR QUÉ?
No hay "objetivo inicial" para el experimento más allá de su único desarrollo. A lo largo de cinco años, fotógrafos, jóvenes arquitectos, un sociólogo, productores, abogados y skaters formaron parte del colectivo. Un equipo que se formó, no por lazos previos de amistad, sino por el proceso de estar haciendo cosas juntos. La casa es habitada con viviendas, oficinas, cursos, exposiciones y pasa a ser un punto relevante en la escena musical de la ciudad. El encuentro nos define. El grupo construye la casa; la casa construye, nos construye.
INDICADORES DE IMPACTO DE SOCIEDAD ["Programas sociales","Procesos participativos"]
INDICADORES DE IMPACTO DE ECONOMIA ["Tenencias alternativas"]
INDICADORES DE IMPACTO DE MEDIO AMBIENTE ["Reutilización y reciclaje"]
INDICADORES DE IMPACTO TRANSVERSALES ["Autosuficiencias comunitarias"]